martes, 4 de enero de 2011

La fría fría muerte

Y me decían que estaba loco...Lo sabía! lo sabía! los helados artesanales tienen vida!!

Hoy me topé con un helado viviente pero que no quería serlo más; me topé con un helado suicida.

Mi descubrimiento estaba por descubrirse bien descubierto cuando pasé por la misma heladeria de siempre.

"Hola, Tulio! dame un vasito de chocolate blanco y banana split!"
"Enseguida, señorito Leandro!"

Cacé mi vasito y re chocho me mandé a seguir el camino por la ciudad de la furia hasta mi casa. No era muy lejos, unas 7 cuadritas nomas pero...


Salí, el día estaba nublado asi que el helado venía pancho. Lo que no pensé era que fuera a necesitar servilleta. Bah, en realidad colgué :B

A los 50 m escuché "adios, mundo cruel! ya nunca te vere!" que salía del cacho de dulce de leche del banana split y empezó. De la nada el helado empezó a derretirse a una velocidad supraheladica, casi como si Al Freddo (mi helado) hubiera presionado el botón rojo de Autoderretición.

Al Freddo caía a gotones sobre el asfalto y el muy cornudo me apuntaba. Estoy seguro de que el 98% de los retrasados que encuentran este blog interesante se habrán manchado de helado cuando eran chicos pero las remeras o los vestiditos, dudo que alguno hay terminado con ambas piernas del pantalón y las alpargatas salpicadas de diversos gustos como hoy terminé (y permanezco, claro, me dio paja cambiarme).

Siguiendo, empecé a comer el helado como si estuviera en una competencia y el premio fuera un millon de dolares y la nube voladora de gokú. Intenté con la cucharita pero era muy chiquita y los bodoques de dulce de leche me complicaban bastante así que dispuesto a superar cualquier tabú empecé a lengüetear el postre para evitar sus ataques a mi vestimenta....y que por lo tanto mi mamá me retara.

"Como! como! como! rrrraaaapido!! como! COMO!! >_< Brain freeze, shit!

Como todo esto transcurría mientras caminaba por Av. Belgrano, iba mirando para abajo, claro está.

Recuperado del dolor de cabeza (la fatality de todo helado) chequeé el panorama. El vaso, mis manos, mi pierna derecha, mi pierna izquiera, mi alpargata izquierda y mi nariz (pero no tengo idea cómo) estaban manchadas de helado.

Busqué con qué limpiarme. Era obvio...no tenía.

Empecé a chupar el helado de mis dedos para manchar lo menos posible mis bolsillos y mi mochila. Revisé todo en busca de carilinas y nada.

De repente sentí algo simil papel en mi bolsillo. Revisé. Eran los $2 de vuelto del helado. Juro que lo pensé, quizás limpiarme con un billetito chiquito no fuera tanto pecado pero recapacité, no soy Ricky Ricón y mi tarde ya estaba saturada de boludeces.

Mientras caminaba me limpié con un arbol y seguí revisando mi mochila.

En el bolsillo delantero encontre: una guia T, amoxidal 500, bandas elásticas, un sobrecito de té, forros de andá a saber cuándo, una birome, alcohol en gel y papelitos.

Primero me mandé alcohol en gel pero lo unico que conseguí fue formar una pasta con olor a ebrio. Recurrí a los papeles. Había de los cuadraditos de colores y me "limpie" con dos de esos.

Llegué a casa, me hice el capo y me lavé las manos como si nada.


En fín, estoy limpio...


...pero no pude detener la muerte de Al Freddo u.u













En memoria de Al Freddo, el helado de vasito

3 comentarios:

  1. Jajajajaja!!

    Los estudios heladisticos realizados por mi revelan que los cucuruchos tienen aun mas tendencia suicida q los vasitos, pero al no ser comestibles, estos ultimos resultan una evidencia del enchastre para la sociedad

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  2. jajajaj, cuando me agarra el bajón ya se que tengo que hacer. Venir a leer tu blog. Te pasa de todo. Y me muero de risa, porque te imagino haciendo cada cosa que decís.
    Besito!

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  3. Más gracioso es verlo..

    Ahora que vienen las elecciones, postulate para jefe del sindicato de los lelos..

    Único lo tuyo..

    Abrazo.

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